8.9.08

Hermanos es poco.

Más de una locura. Más de un simple abrazo. Más que simplemente primos. Pocas son las veces en las que nos vemos, pero parece que el tiempo se congela para vernos reír y disfrutar de todo lo que pasa al rededor.

Como aquella banda que sonaba en el Parque Arauco, burlandonos de esos viejos que sentían la música como si fuera su propia alma.


Como aquel día, subiendo por el acensor, comiendo el helado de miles de colores. Como Cuando eramos niños y simplemente jugabamos a lo que sea en tus escaleras. Como todas esas veces en la que una carcajada rompía el silencio de nuestra mónotona vida.

Más que decirte cursilerías o estúpideces, no olvides que la distancia marca sólo el territorio que existe entre los dos y que cada vez que regreses habrá alguien acá, esperándote con los brazos abiertos.