Una de esas juergas. La verdad las ganas no eran mi motivación. Y mucho menos pasar un rato con gente que ni conocía. Pero bastó un intercambio ligero de palabras para conocer a alguien medio excéntrica. Bastó un par de minutos, y unas cuantas canciones para conocer a alguien poco usual. La ventaja de algo en común y de la facilidad de hablar y reírnos sin tener miedo al que dirán de los demás. Con cada webada media rara e inventada en ese instante. No es mucho el tiempo, pero si bastante la confianza. Sé que seremos buenos amigos, por que ya lo somos.
Y no te olvides juerguerasa, hasta al suelo. Habla, ¿cuándo una buena juerga?. Te quiero.