
A punto de salir volando.
A punto de poder llegar hacia donde quiero.
A punto de mandar a la mierda a todos y todo lo que pueda.
A punto de llorar hasta que los ojos se cansen de sólo ser lo que en realidad son.
A punto de ahogarme en mi propia ironía y reventar la alegría a carcajadas.
A punto de vivir.
Vale mil.