Ser exitoso en la vida es estar ansioso por llegar a trabajar.
Ser exitoso en la vida es divertirse con cualquier persona.
Ser exitoso en la vida es acostarse y sentirse realizado por todo lo hecho en el día.
Ser exitoso es ser feliz; es vivir.
No es la primera vez que el hombre de hojalata busca un corazón. Su vida es bastante sencilla. Al despertarse no siente las ansías de encontrarse con sus amigos; incluso, no puede distinguir quienes son éstos. Sabe que hay mucha gente que le sonríe; le ayuda y le pregunta sobre sus sentimientos. Pero él no sabe que son. No comprende porque la gente a su alrededor se angustia tanto antes de un examen. Es simple. Si estudias, apruebas; si no, no. Sigue viendo gente llorar. ¿Lágrimas? ¿Qué carajo es eso? No comprende la finalidad de deshidratarse sin razón coherente. Alguien ha muerto, siempre pasa. Es parte del ciclo de vida. El hombre de hojalata sabe que, eventualmente, todos se irán. No logra entender por qué se abrazan y se ríen. ¿Risa? No tienen ningún sentido; es un gasto de energía innecesario. No alargará el rango de vida, la batería tiene un final definido.
Siempre ve personas agarradas de la mano. Acariciándose, besándose. Sonriendo, gritando y saltando por cualquier razón. ¿Para qué? ¿Por qué? No sabe qué es el amor; no lo concibe. Existe gente que muere, mata, llora, se queja por amor. Pérdida de tiempo, evidentemente. Músicas y novelas románticas y cursi que sólo mal gastan la potencialidad de las personas. Sabe quienes son sus padres, pero ¿día de la madre? Mercantilismo puro e innecesario gasto monetario. ¿Navidad? Por favor, eso es peor que gastar en una hamburguesa grasosa con mil calorías que incrementarán el colesterol. El hombre de hojalata tiene una fecha de creación; sí. Pero no entiende la emoción y la importancia de los saludos por su día. Se hace más viejo cada año, ¿qué gracia tiene?
Por todo esto, sigue buscando un corazón. Sabe que sólo así puede entender, un poco más, a los humanos. Pero dejará de lado una vida recta y objetiva. Sabe que su mente tendrá que lidiar también con un nuevo ente; será una batalla constante, diaria. Está seguro de que su mente prevalecerá por siempre y, que no se dejará llevar por sus nuevas adquisiciones: sus sentimientos. Busca ser exitoso y no comprende el camino para alcanzar esa meta. Así que le daremos un corazón. Nuevo, carmesí, fuerte e inmenso.
Bastó menos de un día para empezar a comprender a los humanos. Rió, lloró, se sonrojó. Se enamoró, se molestó, se deprimió. Sentía que caía de la catarata más alta y volvía a subir, para caer otra vez. Una y otra vez. Llegó a la conclusión de que es una carga bastante pesada. El corazón no es un tema sencillo, sentir es fácil. Comprender los sentimientos es lo complicado. Lidiar con ellos, nuestra cruz.
Corazón de hojalata, pero corazón al fin y al cabo: "Ser exitoso es saber amar. Sentir miedo y alegría en el mismo instante. Es enamorarte y decepcionarte de la persona equivocada o perfecta. Es desesperarte y angustiarte sin razón alguna. Ser exitoso es saber escuchar al corazón."