2.3.11

Las raíces del cuerpo dentro de un globo de agua.

Espera un sólo segundo y voltea. Mira sobre tu hombro derecho y respira. Tómate las cosas con calma. No hay nadie que te está apurando, y si así lo crees es sólo una ilusión momentánea. Respira hondo y cierra los ojos. El aire simplemente te escupe en los ojos.

Camino sobre el techo y empiezo a tener una mejor perspectiva sobre lo que sucede. Todo va encajando como mi horario mal planificado. Siento que la música está destruyendo mis oídos. Mis ojos empiezan a sangrar. No todo esta bien.

Se mira al espejo y se siente avergonzada. Sus ojos son perfectos para todos, menos para el hombre del que se enamoró. Su pelo es radiante como su sonrisa, pero no es verdadera. Se siente sola y desolada. Su mundo es como un foco de luz: irradia mucho por la noche y descansa en el día, pero está vacío.

Las raíces del cuerpo se van apoderando de tus sueños, de mis pesadillas y de sus amores. Al final de la historia todo termina explotando como un globo de agua en el cuerpo. Duele, moja y te deja pasmado.



Segundos de tristeza complementan la felicidad horaria.
No encuentro argumento válido para no poder morir a carcajadas.
Sólo río.