Son las 4 de la mañana. La luna descansa y las calles parecen estar en pleno silencio perpetuo. Los sueños empiezan a aparecer y de la nada toda la tranquilidad de una noche cualquier se interrumpe. Empieza a vibrar. No, no es un terremoto. Es mi celular. Una llamada puede cambiar tu perspectiva en muchas maneras, y al mismo tiempo puede hacerte valorar tantas cosas. La preocupación empieza a invadir la ansiedad y los pensamientos se entrecruzan; es más, quieres ir a ver qué puedes hacer y ayudarla como sea. Pero ya, usó el freno de mano. Todo entra en pausa y tranquilidad por un rato. No es la única, la primera ni la última vez que, sin importar la hora, el día, la situación, el lugar, la gente alrededor, contesto para saber que todo está bien y que no hay de qué preocuparse.
Sí, dijiste sólo cinco minutos y fueron treinta y dos. Demostrando poco a poco que sin importar la hora ni el lugar, siempre hay formas más extrañas de estar ahí. Porque "I'm singing follow me. Everything is alright" Las sonrisas y la forma divertida de invertir el tiempo es prioridad. Porque la vida me enseñó a valorar cada segundo, cada instante, porque no sabes como será el siguiente. Pero teniéndote a mi lado, todo será mejor y más tranquilo. Porque me ayudas a ver las cosas con claridad cuando mi mente se nubla y no puede ver la luz con claridad. Porque me haces reír con tan sólo decir una palabra. Porque siempre es una buena forma de distraerme hablar contigo y me siento cómodo en todo instante. Porque eres indispensable. Y muchas cosas más.
You won't find nobody else like me.
Blomita.