Un encuentro bastante casual que hace que muchas veces te pongas a pensar que demonios haces ahí. Me encuentro con gente que en verdad no tenía ganas de ver, y el simple hecho de estar con tanta gente hipócrita, altanera y superficial contamina el ambiente.
Se daba a una hora prudente, y la monotonía no podía ser una compañera esa tarde. Simplemente el flujo de emociones y miradas llenaron el lugar donde se encontraban.
Caminatas largas y conversasiones extenuantes, tanto así que las palabras se iban perdiendo entre el aire y muchas veces venían a mi cabeza pensamientos y deseos únicos. Impulsos que no pudieron concretarse pero que se pensaron más de una vez.
Terminó y fue mejor de lo esperado. Llenó muchas dudas y muchos vacíos. Simplemente seguirá siendo así hasta quién sabe cuando. Tendrá que ser un día único y especial como aquella persona. Lo será.
